Recibir una mayor o menor concentración de O2 puede afectar a nuestra salud, pero también repercute sobre nuestro rendimiento deportivo. Esto hace que los deportistas de élite lo tengan en cuenta para conseguir mejores sus marcas y aumentar su resistencia.
A lo largo de los últimos años, esta fue una práctica habitual el entrenamiento en altura, pues aumenta el transporte de oxígeno desde los pulmones hacia el resto del cuerpo y una mayor densidad de glóbulos rojos que provocan cambios en las células musculares. El resultado es un incremento del VO2 max (la máxima cantidad de oxígeno que se puede convertir en energía). Y, más cantidad de oxígeno convertido en energía equivale a más potencia, más resistencia y mayor velocidad.
En la actualidad, los deportistas que buscan este resultado no tienen por qué desplazarse a zonas más altas del planeta, sino que pueden dormir en tiendas de campaña hipóxicas o pasar por una cámara hiperbárica, que reproduce con bastante exactitud las condiciones naturales que se dan a gran altitud.
Pero hay otra opción cada vez más demandada por los aficionados al deporte. Ya no se trata de recibir poco oxígeno, sino justamente de lo contrario: incrementar el aporte que llega a la sangre. En este caso, lo que se pretende es que ese incremento favorezca la regeneración celular, la creación de nuevos sanguíneos, la reducción de inflamación y edema… Y, también, una mejora en la recuperación de los tejidos.
Cuando se practica ejercicio, el esfuerzo físico provoca un mayor consumo de oxígeno. Los músculos, después de un entrenamiento duro o de un partido, se quedan hipóxicos, es decir, con menos oxígeno del que tienen en una situación normal. De ahí, la importancia que tiene la terapia hiperbárica para mejorar la tolerancia al ejercicio. Además, esta cámara se puede utilizar como prevención, ya que reduce las secuelas de las lesiones y el deterioro físico que se produce en estados de falta de oxígeno.
Esta posibilidad tampoco es ajena a los grandes nombres del deporte, algunos de los cuales no han tenido inconveniente en declarar que han instalado en casa una cámara hiperbárica en la que respirar oxígeno a una presión dos o tres veces superior a la presión atmosférica ambiental. Lógicamente, esta posibilidad no está al alcance de todos, pero sí es cierto que cada vez hay una mayor demanda de lo que se conoce como Medicina Hiperbárica.
Algunos profesionales que ya usan esta medicina son Carvajal, LeBron James, entre otros.
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